Rol Sacerdotal

“Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que proclamen las obras maravillosas de Aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable” (1 Pedro 2:9).

Cuando Dios reordenó los roles en el pueblo Judío, escogió una tribu de entre ellos (Leví) para que se encargaran de lleno a las labores religiosas, y una familia de esta tribu (los descendientes de Aarón) para que fueran los sacerdotes oficiales, y el resto de los levitas serían sus ayudantes.

Los sacerdotes tenían varios roles a cumplir, sin embargo el mayor de ellos era presentar las ofrendas del pueblo delante de Dios, principalmente para perdón de los pecados. Y así funcionó durante muuuuchos años la relación entre las personas y Dios.

Sin embargo todo cambiaría con la venida de Jesucristo. Desde que el velo del templo se rasgó y el Espíritu de Dios se comenzó a derramar sobre toda carne, el orden religioso delante de Dios contó, ahora, con un solo sumo sacerdote que ofreció su propia sangre para el perdón de nuestros pecados (Jesús).

Y desde ese entonces ya no hay una “elite” de personas religiosas, sino toda una “nación de sacerdotes”, como lo plantea Pedro en la cita inicial.

Si recordáramos este rol sacerdotal del antiguo testamento, y lo extrapoláramos a nosotros como “nación de sacerdotes”, nos daríamos cuenta que todo lo que tiene que ver con la intercesión a favor de alguien no es ni una opción ni un privilegio….. sino un deber!!!!

Siempre estuvo en el corazón del Padre que sus hijos se identificaran con Su amor. Y no existe mayor forma de hacerlo que orar e interceder a favor de aquellos que desean nuestro mal (como bien lo dijera Jesús en el sermón del monte).

Creo que es tiempo de retomar este ancestral rol sacerdotal, de humillarnos ante la presencia de Dios pero ya no a favor nuestro, sino de quien Jesús llamara “nuestro prójimo”.

A ver si así nos acercamos a lo que Pedro visualizara como un “Real Sacerdocio”.

DTB!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!