viernes, mayo 22, 2009

Su nombre es... ¡Príncipe de Paz!

Todavía me acuerdo...
"Jesús,
nombre sobre todo nombre,
nombre sobre todo nombre"

esa canción la escuché de Galmes Band, entre Vilches alto y bajo, de Talca hacia la cordillera... en medio de un impresionante cielo estrellado y con una aún más impresionante niña tomándome la mano (llevábamos 2 días juntos, y era casi San Valentín).


La canción sigue: "...su nombre es:
maravilloso,
consejero,
Dios fuerte,
nuestro Padre eterno,
y Príncipe de Paz"

... y a pesar de que es una cita famosa (de Isaias 9:6), cuesta tomarle el peso que tiene. Por ejempo, hablemos de Jesús como el "Príncipe de Paz"

Hoy en día, si hay algo que de verdad nos hace falta es Paz. Desde los incesantes rumores de guerra y enfermedades, hasta los gritos de la gente molesta por el transantiago... en todas las esferas encontramos carencia de Paz.
Parece que el actual ritmo post-moderno excluye el término "Paz" del diccionario...

"y tú, qué me hablas de paz si trabajo de 8 a 8 por un miserable sueldo que no alcanza para nada!"

"tengo un padre controlador que no me deja hacer nada, y una madre neurótica... y tú me hablas de Paz?"

"por más que estudio mis notas no suben!!! seguro voy a andar tranquila por la vida"

"todos en el curso se ríen de mi, no me dejan tranquilo!"

"mi padre murió el año pasado, y mis hermanos siguen en el colegio. Tengo que trabajar para que la casa siga andando, no me queda tiempo para nada, el estrés me consume!"

"¡claaaro! ¡seguramente voy a andar "pacífico" con el tremendo cáncer que me está consumiendo por dentro!

... ¿y qué pasó con el que vino hace 2000 años atrás, al que llamaban "Príncipe de Paz"?
"...bueno, este... la verdad... lo matamos"

....QUEEE!!!!!! teníamos que haber estado locos!!!! miles de años de historia humana, millones de vidas sin sentido... y cuando aparece el ÚNICO que nos podría enseñar cómo obtener la tan soñada Paz... ¡lo matamos!, ¡¡qué estupidez!!

Pero Él ya sabía que esto pasaría, y se preparó. Mejor dicho, preparó y enseñó a 12 "pequeños gigantes" para que su mensaje perdurara por los siglos... y así fue. Por ello, no todo está perdido, la Paz que este Príncipe traía no es una simple utopía, ES REAL, ES ACTUAL... Y ES GENIAL!!!

Revisemos este mensaje eterno:

1.- LA PAZ NO APARECE DE LA NADA, SE PERSIGUE. El primer requisito para desarrollar una paz interna tiene que ver con un re-enfoque de nuestros esfuerzos, debido a que la paz no llegará a menos que apuntemos nuestra vida (relaciones, tiempo, esfuerzo y dinero) redireccionada hacia ella. ("buscar la paz hasta conseguirla", Salmos 34:14).

Suena genial, y hasta me dan ganas de hacerlo, pero... concretamente hablando, ¿Qué hay que hacer?, ¿hacia dónde nos re-enfocamos? pues bien...

2.- LA PAZ COMIENZA DONDE FUE CREADA. En otras palabras, el más indicado para enseñarnos acerca de la Paz es su Creador y aquel a quién Él envió, su "Príncipe"; y por ello es importantísimo que re-enfoquemos nuestra vida hacia Él, en todos los aspectos.

Muy bien, ya tengo un norte... pero la idea sigue siendo abstracta!!! ¿qué es y qué implica un re-enfoque?

3.- LA PAZ SE MANIFIESTA RELACIONALMENTE. Un re-enfoque hacia Dios implica el inicio (o el crecimiento) de una "relación" especial con el autor de la Paz, donde aprendemos de su mensaje... y esa palabra es clave: MENSAJE. Eso es lo que hasta hoy perdura de aquel martirizado príncipe, no sus fotos o sus películas, sino sus enseñanzas acerca de la vida que debemos vivir... su mensaje. Y este se encuentra en las sagradas escrituras, la Biblia; aquella antología de libros añejos con mensajes actuales y perspectivas futuristas, que dentro de todos los posibles errores que se le puedan encontrar todavía mantiene intacto el mensaje de este Príncipe. Revisemos uno de estos pasajes:

"La paz les dejo, mi paz les doy; y NO se las doy como EL MUNDO LA DA" (Juan 14:27) - Si algo nos queda claro aquí es que no vamos a encontrar la paz en nada que tenga que ver con el mundo actual.

Y aquí es donde surge una contradicción, debido a que en el pasaje anterior Jesús habla de la Paz como un regalo, y hasta aquí el presente escrito ha tratado la idea de la paz como algo necesario de esfuerzo, algo que tiene un precio... pero esta contradicción es solo aparente, ¿alcanzan a verlo?

Fijémonos en las personas a quienes Jesús les está hablando desde Juan 13 a Juan 17... ¡son sus discípulos!

En otras palabras, el precio de la Paz no es otro que el precio de seguir a Cristo. Perseguir la Paz no es otra cosa que aprender a vivir como Jesús lo hizo, y esa es la gran conclusión de este escrito.

Jesús es el príncipe de la paz porque es Él quien nos enseñó, enseña y enseñará por la eternidad qué es, como se alcanza y como se desarrolla la tan ansiada y soñada Paz.

"Su nombre es:
maravilloso,
consejero,
Dios fuerte,
nuestro Padre eterno,
y Príncipe de Paz..."
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Imagina que copias una caricatura en papel diamante, pero sin calcarla. Te das cuenta que no quedó como la original, pero no logras ver bien cuáles son las diferencias... ¿qué harías para encontrarlas?
Yo pondría mi caricatura sobre la original, y como es papel diamante vería claramente las diferencias entre ambos dibujos.

"A veces caminamos la vida intranquilos, estresados, cansados... sentimos que los logros alcanzados no traen esa sensación de seguridad que esperábamos, o que los esfuerzos realizados no llegan a ninguna parte. Y cuando buscamos el por qué, no hallamos respuesta...

...es porque, probablemente, solo cuando comparemos nuestra vida con la de Jesús veremos qué estamos haciendo mal, y podremos corregirlo"

¿Estás dispuesto a poner tu vida sobre la de Jesús, como aquel dibujo en el papel?

¿...y estarías dispuesto a cambiar aquellas partes de tu vida que no coinciden con el original?


Te animo a que lo hagas, y a que no dejes de hacerlo nunca.

"Nuestra vida es un gran diseño, y solo cuando calcamos sobre el original logramos el dibujo verdadero... el que nos trae la verdadera Paz."
G.A. Mitchells

PD: Felicidades a Esteban Ulloa, en su Vigésimo Tercer Otoño.