jueves, noviembre 05, 2009

el amor de Michelle

Si hay algo que me encanta de los ojos de mi niña preciosa, es que puedo ver en ellos un amor sincero. Me ha perdonado varias embarradas, y a pesar de que espera que cambie algunas cosas en mí, no “deja de amarme” hasta que manifieste mejorías.

Y me parece que con Dios es similar. Dice la palabra que Él nos amo primero, y fue en un momento en el que ninguno de nosotros estaba interesado en recibir ese amor. Pablo les explica a los romanos que todos nos habíamos apartado de Dios, la humanidad entera, y que no hay ninguno que por iniciativa natural busque a Dios…
eso es fuerte, me pregunto qué se sentirá buscar y amar y entregarme por alguien a quién realmente no le importa lo que hago o como me siento. Y no solo eso, sino que mantener la misma actitud por años!!!! Para ser sincero, yo a la media hora ya me estoy aburriendo de la idea… y Dios lleva miles de años sin cansarse.


Pero lo que realmente “me estremece” es lo que Juan relata acerca de Jesús, cuando dice que Él les dijo a sus seguidores que debían amarse como Él los había amado… en otras palabras les decía: “no esperen a que la gente les entregue amor, ustedes tomen la iniciativa y manifiesten amor a las demás personas”.
Alguien que quiere amar como Dios ama necesita manifestar esta iniciativa. Somos llamados a sembrar amor en los corazones carentes de este, no a elegir quienes están listos para recibirlo… si fuera por eso, ni ustedes ni yo contaríamos con el amor de Dios en nuestra vida.

“Señor, enséñame a amar como Tú amas... quiero vivir en ese amor, y aprender a entregarlo cada día”.

MRJ

1 comentario:

David Menares dijo...

Buen escrito amigo =)
Creo que el amor de Dios es infinito y debemos aprender de eso tb.