Pero parece que en la vida cotidiana se nos olvidan estas reglas. Cuando estamos hundidos en el afán y la ansiedad, rodeados de tareas y responsabilidades... no estamos allí de puro gusto!
estamos allí porque aguardamos a que Dios nos diga ¡Marco!, y apenas esto sucede tenemos que sacar la cabeza de esta inundación de conflictos para estar frente a Dios y decirle ¡Polo!; para respirar de Su aire, renovar nuestras fuerzas y volver a nadar en medio de las tareas cotidianas.
La paz de la que hablábamos en el post anterior tiene mucho que ver con el juego del "Marco - Polo", ya que a veces nos empecinamos en responder a todos los compromisos que tenemos (académicos, familiares, personales, etc..) nadando en medio de un mar de afanes, y se nos olvida que hace media hora que Dios nos está gritando ¡Marco!, ¡Marco!, ¡MARCO!... pero nosotros seguimos ahí, dale que dale, nadando y nadando en medo de nuestras responsabilidades...
....y luego nos preguntamos por qué nos falta el aire y nos sentimos ahogados!!!
La próxima vez que te sientas ahogado de tanto que te queda por hacer, recuerda que hace mucho ya que Dios te está gritando ¡Marco!...
...así que apenas termines de leer esto, ve a tus rodillas a decirle a Dios: aquí estoy Señor, "¡Polo!"
G.A. Mitchells
DTB!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
2 comentarios:
Cuando pones Marco Polo...
me acuerdo de otra cosa...
quiero papas...
jajajjaajaj
Jajajajajajaj siiiiii Papas Fritas! jajaja... cómo olvidarlas :)
Muy buena lección amigo :)
Gracias
Publicar un comentario