Esto me lleva a pensar en la tendencia natural que tenemos a evitar el sufrimiento (lo cuál considero bastante lógico), pero ahora que lo estoy viviendo tengo sentimientos encontrados: quiero que termine (ya no lo soporto!!!) pero a la vez no quiero que se vaya todavía, no hasta que me muestre lo que es neceario que cambie de mí
"las que de noche sólo se ven como piedras pesadas, de día brillarán cómo relucientes diamantes!!"
Dios no solo quita el sufrimiento... tambén le da sentido.